miércoles, 4 de febrero de 2009

NERVIOSA ANTES DE LA BODA?

click to comment


images
¿Estás nerviosa? Tus pies se han tornado unos indomables danzarines, no haces más que llorar y llorar por cada comentario de tu familia o por recordar aquellos momentos de juventud, vas de arriba abajo, gritas cuando alguien te dice una palabra más alta que otra, estás hasta el límite de todo.

Las prisas, no ver a tu novio más de lo que quisieras, el tiempo que se te echa encima, intentar tenerlo todo como a ti te gustaría. Todo ésto es síntoma de los nervios previos de tú boda.



Hay momentos en los que el mundo parece venirse abajo. En los que parece que todo está en contra tuya, en los que queda la impresión de que vas acelerada, de que algo tendrá que explotar de un momento a otro. Solemos resumirlo con una frase: estoy nerviosa.

En todo caso, el tema de los nervios no puede tomarse como algo lineal, aunque son muchas novias y novios los que pasan sus últimos días con un ataque de nervios. A cada persona pueden afectarle en determinadas situaciones, que a otras no les afecta.

Los nervios son uno de los sentimientos más inútiles que cualquier humano puede tener. Y es que, míralo fríamente ¿ganas algo poniéndote nerviosa? ¿salen mejor las cosas cuando tienes ese sentimiento de desesperación a todas horas?.

¿Cómo relajarnos?
Ante todo, es importante convencerse de que las cosas no salen bien cuando uno siente los nervios a flor de piel y de que es mucho mejor mantener la calma.


Lo segundo, se deben buscar métodos para relajarse. Desde el yoga hasta la medicina, siempre se ha buscado el modo de estar relajada. Cada persona tiene su propio método. Los hay que simplemente parando un poco su actividad y repitiéndose a sí misma no pasa nada, todo está en orden, consiguen alcanzar el estado de serenidad interna tan deseado. Otros encuentra la serenidad al imaginarse un campo donde crece hierba verde, y otros, en cambio, si no hay un profesor de yoga que les haga tomar conciencia de su cuerpo y de su mente no funcionan.

Hay distintos métodos para buscar la relajación. Hay psicólogos, por ejemplo, y han elaborado la teoría cromática y han descubierto algo tan simple como que mirar algo de color verde relaja muchísimo. Otros recomiendan en la psicoterapia, es decir, escuchar música relajante que se obligue a desconectar. Lo importante, en un estado de nervios es parar un momento, reconocer que nos estamos pasando y actuar.


Trucos para relajarte
1. Si lo que estás haciendo que provoca un fuerte trabajo intelectual, hace un trabajo que no requiera concentración. Si, por el contrario, éstas agotando por el fuerte trabajo físico, tumbas en el sofá y coge un libro un periódico. Lo importante es cambiar de actividad.

2. Toma un baño caliente con unas gotas de un aceite perfumado. El perfumé también relaja.

3. Hasta un masaje. Con algo tan simple como rodar una pelota por la planta de los pies puede conseguir que todo los nervios de tu cuerpo se relaje. El hidromasaje es también genial. Con la ducha con una fuerte presión que masaje respalda pues conseguir calmarte.

4. Evita abarrotarte de dulces cuando estás nerviosa. Tú cuerpo no te lo agradecerá. En cambio, éstos sí, cómete algo buenísimo que te recuerde alguna época deliciosa.

5. Tararear alguna canción que te guste mucho, o mejor ¡cántala! Ponla en tu mp3 o en tú ordenador y canta, canta hasta que los vecinos llamen a la puerta de tú casa.

6. Muévete, baila y descarga de este modo toda la adrenalina que puedas. Cansaste y luego, vendrá el relax.

7. Cierra los ojos y viaja mentalmente al lugar que tú creas que es el más maravilloso de la tierra. Puede ser que con una pradera verde tengas bastante o puede ser que tengas que trasladaste al Taj Mahal y que contemplando el mármol y el oro sientas serenidad…


8. Evita las incomodidades. Es decir, que si vas a una tienda y pesca y un enorme cola en la caja… lárgate.

9. Quierete que un poco y no te sientas mal por ser un poco narcisista. Cuando estés nerviosa, recuerda alguna frase bella que te hayan dicho.


"El matrimonio empieza en este momento: después de la luna de miel. Pero el matrimonio es lo que vas a construir a partir de ahora, día a día."





Es importante no dejar que la rutina se convierta en un depredador y consuma poco a poco la relación. La fase que sigue inmediatamente a la boda es uno de los momentos más importantes de la vida en pareja.

Algunos detalles parecen simples, pero hacen mucha diferencia en la rutina del día a día:

- Tened siempre tiempo uno para el otro.

- Ser amable el uno con el otro es un hábito simple, que produce una actitud especial.

- Llegar a casa con un regalito es una de las cosas más agradables que uno puede hacer por el otro. O despertarla (lo) con el desayuno en la cama y porqué no con una flor. La vida está hecha de pequeños gestos.

- Para las mujeres, tened un cuidado especial: por más intimidad que se tenga con el marido, no conviene depilarse o teñirse el pelo delante de él. No pasa nada si te ve, pero es mejor evitarlo. Al hombre le gusta ver una mujer bonita, pero no pide participar en los preparativos.

- Otro consejo para las mujeres: mostrad que lo necesitáis. Ocurre que la mujer está tan preocupada por luchar por su independencia, que necesitar la protección, la fuerza de un hombre, puede parecer fragilidad. Pero él va adorar sentirse valiente, protector, fuerte. Y ser protegida no tiene nada que ver con la fragilidad, más bien con el bienestar.

- La amistad es un excelente componente del matrimonio. No os vais a casar con personajes ideales, de películas o libros. Son personas reales, con sus debilidades, sus problemas, vais a necesitar mucho el uno del otro y de la amistad.

- Celebrad cualquier cosa, en especial los logros del otro. Si queréis más romance, seducid, proponed. Los cambios son bienvenidos y cuanto menos se juzga, más disponibilidad queda para aceptar al otro. Aceptad lo que el otro tiene para ofrecer. Y acordaos que las cosas no ocurren justo cuando uno lo desea, ni como uno quiere. Muchas veces, es más importante la forma de cómo se dicen las cosas. Puede ser una manera de exteriorizar los sentimientos.

- Acordaos de perdonar las pequeñas cosas, incluso las que se suponía que ya habían pasado. En el desayuno dijiste algo que lo molestó, no importa si ya es la hora de acostarse, no viene mal darle un beso para disculparse. Y en vez de sentir un poco de amargura, la pareja sigue con amor y cariño.

Por supuesto, con madurez y voluntad, va a ser más fácil saber manejarse con las inevitables sorpresas de la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me importa mucho tu apinión...gracias


WEDDINGPHOTOS

IR A BOUQUETS...CON UN CLICK